El secreto del Ameal de Pablo. La leyenda de la montaña creciente.

El secreto del Ameal de Pablo. La leyenda de la montaña creciente.

El Ameal de Pablo es una formación rocosa situada en el Circo de Gredos junto al Risco Moreno. Su imagen cónica se asemeja a los ameales, estructuras que tradicionalmente se han venido usando como método de almacenamiento del heno cosechado con el fin de preservar en el tiempo las cualidades nutricionales del producto, en torno a un poste de madera central, se acumulaban los restos herbáceos segados y alrededor del conjunto se levantaba un murete como medio de protección frente al ganado.

Cuenta la leyenda que allá por el siglo XVI, un tal Pablo, se hizo famoso por su buen hacer a la hora de formar los ameales. Los suyos lucían como ningún otro en la zona y la abundancia y perfección que mostraban causaban admiración entre el resto de los ganaderos. Deseosos de conocer cómo los conseguía Pablo, un día decidieron esconderse y poder descubrir así su secreto. Ante su estupefacta mirada, Pablo comenzó a recitar palabras incomprensibles a la vez que golpeaba con un apero sobre uno de sus ameales, y del mismo, comenzó a brotar un reguero de sangre. Este hecho junto a la misteriosa desaparición de un hijo suyo, le llevó a ser acusado y condenado por la Inquisición de actos de brujería.

Ameal de Pablo desde su base, detrás Risco Moreno.

Los años fueron pasando y sus ameales quedaron en el olvido, aquellos que le acusaron de brujería y el resto de los moradores del pueblo fueron muriendo y tras ser enterrados, sus cuerpos desaparecían de sus sepulturas. Con el tiempo comenzó la leyenda: era Pablo el que sustraía los cuerpos y el que los juntaba formando de nuevo uno de sus famosos ameales pero en este caso no era heno lo que utilizaba, eran los restos humanos de los muertos, éstos se transformaban en piedra y finalmente formaron lo que hoy en día conocemos como el Ameal de Pablo. En la cima del mismo, podemos distinguir la cara de un niño, el hijo de Pablo, y cada vez que alguien muere en la zona, la montaña crece unos centímetros.

Verdad o mentira, pero puede ser que esto te haga que veas ahora con otros ojos este bello paraje.

Desde la cima del Ameal, en primer término la propia cima. Detrás la Mogota del Cervunal, la Galana y el Almanzor

Si quieres ver la ruta al Ameal de Pablo pincha aquí.